martes, 13 de octubre de 2009

Quetzalcoatl


Quetzalcóatl (náhuatl: Quetzalcoatl, 'Serpiente emplumada' ) es una deidad de las culturas de mesoamérica, en especial de la chichimeca. Es considerado por algunos investigadores como dios principal dentro del panteón de esta cultura prehispánica, sin embargo algunos autores consideran a Tezcatlipoca como el dios principal (ver ensayo "Tezcatlipoca Dios Principal", León Portilla), y aun otros consideran a los dioses que dieron origen a Quetzalcóatl como los dioses principales. En contrapartida, autores como Alfredo López Austin y otros dedicados al estudio de las religiones mesoamericanas, lo consideran como la deidad principal a partir de la cual se generan los demás nùmenes, por medio de un fenómeno por el cual la divinidad se desdobla en otras.

Quetzalcóatl representa la dualidad inherente a la condición humana: la "serpiente" es cuerpo físico con sus limitaciones, y las "plumas" son los principios espirituales. Otros nombres aplicados a esta deidad era: Nahualpiltzintli, "príncipe de los nahuales", Moyocoyani, "quien se crea a sí mismo", Ipalnemoani, "aquel por quien vivimos" y Tloque Nahuaque, "dueño del cerca y el junto".
Quetzalcóatl es también el nombre nahuatl de los mesías mesoamericanos y el título de los sacerdotes supremos de la religión tolteca. Se manifestó en diversos profetas históricos, el último de los cuales fue Ce Acatl Topiltzin, rey de Tula que vivió entre los años 947 y 999 de la era cristiana.
Las enseñanzas de Quetzalcóatl quedaron recogidas en ciertos documentos llamados Huehuetlahtolli, "antiguas palabras", transmitidos por tradición oral y puestos por escrito por los primeros cronistas españoles. Se han publicado traducciones parciales de los mismos, la última debida al antropólogo Miguel León-Portilla. Este concepto también se relaciona con el sexto sol y la finalización del calendario maya en el año de 2012.

Debido a que consideraban que todo el Universo tiene una naturaleza dual o polar, los toltecas creían que el Ser Supremo tiene una doble condición. Por un lado, crea el mundo, y por el otro lo destruye. La función destructora de Quetzalcoatl recibió el nombre de Tezcatlipoca, “su humo del espejo”, cuya etimología es la siguiente: Tezcatl, “espejo”, I, “suyo”, Poca, “humo”.
Los informantes del padre Motolinía describieron a esta deidad del siguiente modo: “Tezcatlipoca era el que sabía todos los pensamientos y estaba en todo lugar y conocía los corazones. Por eso le llamaban Moyocoya (ni), que quiere decir que es Todopoderoso o que hace todas las cosas. Y no le sabían pintar sino como aire. (Teogonía e Historia de los Mexicanos)
Con un fin didáctico, el mito acentuaba la contradicción entre Quetzalcatl y Tezcatlipoca. Sin embargo, su identidad esencial queda establecida en los códices y otros testimonios gráficos, donde ambas deidades comparten los mismos atributos.

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